Aproximándonos al Dolor Crónico

A día de hoy no existe una teoría que proporcione una explicación integral y aceptada por los expertos que dé cuenta del por qué se producen y mantienen los problemas relacionados con dolor crónico, pero el caso es que hay múltiples cuadros que cursan con esta condición y son numerosos los casos de personas que acuden a las consultas de los psicólogos y que presentan problemas relacionados con dolor (aunque éste no sea el motivo fundamental de consulta). En este sentido, la Psicología puede realizar un importante aporte en la comprensión y abordaje de este tipo de problemáticas.

Qué entendemos por dolor

El dolor es una experiencia individual (subjetiva) compleja y de carácter desagradable, que incluye aspectos sensoriales, emocionales y sociales.

Como otras señales que nuestro cuerpo nos envía, el dolor desempeña una importante función adaptativa imprescindible para nuestra supervivencia. Señala la presencia de un estímulo nocivo que nos está provocando un daño o lesión y, de este modo, nos impulsa a poner en marcha las respuestas necesarias para poner fin o evitar dicha estimulación. Esta descripción, sin embargo, no es aplicable a todos los tipos de dolor.

Podríamos hablar de la existencia de dos grandes categorías de dolor; por un lado el dolor agudo y, por otro, el dolor crónico. El primero se ajustaría a la definición anterior y, de este modo, nos resultaría bastante intuitivo comprender la función adaptativa que desempeña. El dolor crónico, sin embargo, no funciona de la misma manera…

Melzack y Wall, postularon una teoría (conocida como la Teoría de la Puerta de Entrada o Teoría de la Compuerta) que, poniendo énfasis en los mecanismos biológicos del dolor, ponía de manifiesto, sin embargo la existencia de una serie de factores, de índole psicológica y social, que podrían incrementar o reducir la sensación dolorosa.

De este modo, la actuación sobre estos factores, que compete directamente al quehacer profesional de los psicólogos, podría favorecer un mejor manejo de la experiencia de dolor (llegando incluso a reducir la intensidad de dicha experiencia). Desgraciadamente, con poca frecuencia los aspectos conductuales, cognitivos, emocionales y sociales son tenidos en cuenta en el abordaje de los problemas de dolor (más allá de pautas genéricas relacionadas con la necesidad de mantener hábitos de vida saludables).

Continúa profundizando en el Dolor Crónico.

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