Depresión

La depresión ha venido a ser considerada, junto con la ansiedad, «la enfermedad del siglo XXI«.

El bajo estado de ánimo (ya sea expresado a modo de tristeza o de anhedonia, incapacidad para experimentar placer) es la principal característica de la depresión, pero éste suele ir acompañado de otras manifestaciones que difieren en función de la persona afectada, de sus características personales y de su edad (alteraciones del sueño, del apetito, del deseo y el comportamiento sexual, irritabilidad, desesperanza…).

Al mismo tiempo, numerosos problemas de índole psicológica van acompañados de alteraciones en el estado de ánimo, normalmente dando lugar a estados anímicos de «tono» negativo o desagradable para quien los padece.

Otros problemas relacionados con el estado de ánimo

Además de la depresión, las grandes clasificaciones diagnósticas consideran la existencia de, al menos, otros tres grandes tipos de problemas en los que las alteraciones del estado de ánimo son su característica definitoria y que serían;

  • Trastorno bipolar, con sus subtipos I y II
  • Distimia
  • Ciclotimia

Además de estos, el estado de ánimo depresivo y otras alteraciones emocionales (sufrimiento relacionado con la vivencia de determinadas emociones) se encuentran presentes y acompañan a un gran número de condiciones, constituyendo con muchas frecuencia, incluso, el núcleo fundamental del problema.

Tratamiento psicológico de la depresión

En el abordaje de la depresión los tratamientos basados en la Terapia Cognitivo-Conductual se han demostrado eficaces. Las intervenciones desde este enfoque buscan mejorar el estado de ánimo de la persona desplegando todo un arsenal de técnicas que van desde la activación conductual a la reestructuración cognitiva pasando por la regulación emocional y el restablecimiento y/o recuperación de reforzadores, entre otros.

Tras valorar pormenorizadamente el problema o problemas que la persona presenta, propondremos un plan de intervención basado en estas estrategias y que tendrá como objetivos fundamentales la mejora de su estado de ánimo y la recuperación de actividades y reforzadores, de forma que prevengamos posibles futuras recaídas.

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